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16 oct 2013

Man VS. The World

Hacía tiempo que no ponía un juego gratis, así que aquí tenéis uno. Man VS. The World es una especie de shoot 'em up con una serie de añadidos que lo hacen muy especial.




Kenneth Lombardi y Mark Mckenna son los responsables de la maravilla llamada A Flipping Good Time que se llevó todo mi amor indie en los Premios Raúl Minero 2012. Man VS. The World fue su siguiente creación si no estoy equivocado, y dejaba patente el tremendo talento y las fabulosas ideas que tenían en mente. Por desgracia, el juego es demasiado corto, mucho más que A Flipping Good Time, y no da tiempo a saborearlo en absoluto.


Puede que la razón tenga algo que ver con el mensaje del principio dedicando el juego al tal Mark Mckenna, lo que nos hace pensar que falleció durante la creación del juego. Únicamente tres niveles son los que tendremos en el modo historia, así como diecisiete niveles de desafío que están repartidos en tres bloques que vamos desbloqueando al terminar cada uno de los tres niveles del juego. Llama la atención, por ejemplo, que los dos primeros bloques tengan seis niveles y el último cinco, por lo que huele bastante a juego inacabado en determinados aspectos. Espero que el equipo entero siga haciendo juegos porque con lo visto aquí y en A Flipping Good Time es todo muy prometedor.

Man VS, The World es un shott 'em up de una riqueza gráfica bastante pobre. Manejamos a Mann, una especie de mega soldado que acaba montando el lío hasta tal punto que toda la humanidad va tras él con todos sus aviones, bombas, misiles y armas varias. Mann en cambio no lleva nada más que su ropa de calle y el avión con el que empieza, que no es gran cosa, y que tiene un número limitado de balas. Efectivamente, estamos ante un shoot 'em up con munición limitada.

¿Shoot 'em up genérico?

Vaya basura, diréis muchos, pero todo esto tiene sus sentido, y es que no tardaremos mucho en descubrir que podemos eyectarnos de nuestro avión para ver como el susodicho sale al exterior en busca de otro vehículo. Tendremos que controlar en estos críticos instantes a Mann (que tiene una gravedad muy baja para favorecer todo esto) y llevarle hasta otra nave que nos guste. Así, cuando nos quedemos sin munición, cuando nos disparen, cuando choquemos o simplemente cuando nos dé la real gana porque nos gusta más una nave enemiga podemos salir de nuestro vehículo y lanzarnos a ella.

Aquí, eligiendo nave

Pero la cosa no acaba aquí, porque le han dado todavía más juego a ese momento, habiendo zonas en las que nos pasaremos un buen rato sin vehículo rebotando de nave en nave y evitando minas como si se tratara de un juego de plataformas donde la habilidad prima. Incluso nos meteremos en cañones que actúan como los barriles de Donkey Kong. Es muy llamativo cómo se ha sacado partido a una idea en tan sólo tres niveles.

Es un shoot 'em up horizontal peculiar. Si lo de la munición llama la atención, lo hace también el hecho de que no disparamos linealmente, si no que podemos apuntar con el ratón a dónde queremos que vaya la bala. Es muy fácil quedarse sin munición, pero es todavía más fácil ser golpeado. No es que sea un juego de un millón de disparos en pantalla como Mars Matrix, pero entre que hay que apuntar manualmente y, sobre todo, que los pedazos de las naves que destruimos todavía pueden tocarnos, pasaremos más tiempo rebotando con Mann por el exterior que jugando a un shoot 'em up propiamente dicho.

Soy minero

Como digo, además de los tres niveles de la historia principal (de duración ínfima y con checkpoints entre medias para que nos sintamos inmortales), contamos con diecisiete niveles de desafío. Estos niveles están centrados en esa modalidad en la que Mann va sin nave, y suelen ser niveles de habilidad donde Mann no puede tocar las distintas barreras láser que tiene delante. Sin duda estos niveles son más interesantes que el propio juego, y aunque son un añadido pasas el doble de tiempo jugándolos que en el modo historia principal. Requieren de bastante ensayo y error, pero porque más que puzles son pruebas de habilidad.

Precipitándome al vacío en uno de los desafíos

Un juego bastante frenético en todo lo que hace, demasiado incluso, pero la idea es tan buena que merece la pena jugarlo. Además, es bien gratis y podéis descargarlo de su página oficial.

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